Una de las preguntas que las pacientes expresan, o seguramente piensen, está con relación a la necesidad de un tratamiento local cuando ya han pasado por una cirugía que ha extirpado todo el tumor.

Hablemos primero de la Cirugía conservadora, un tratamiento eficaz y menos invasivo.
En los últimos años, el abordaje del cáncer de mama ha evolucionado mucho. Hoy en día, en la mayoría de los casos es posible preservar la mama sin comprometer la seguridad del tratamiento. Esto se logra gracias a la combinación de la cirugía conservadora (también llamada tumorectomía o cuadrantectomía) y la radioterapia adyuvante.
Es una intervención quirúrgica que permite extirpar únicamente el tumor y un margen de tejido sano alrededor, manteniendo la mayor parte de la mama intacta.
Sus principales ventajas son:
- Resultados estéticos más naturales.
- Recuperación física y emocional más rápida.
- Igual eficacia que una mastectomía en la mayoría de los casos, cuando se acompaña del tratamiento adecuado.
Pues bien, en este último punto es donde viene el papel de la Radioterapia.
Con la introducción de la cirugía conservadora, se empezaron a ver más recaídas locales de la enfermedad en comparación a las pacientes que se sometían a mastectomía.
De ahí surgió la necesidad e indicación de combinar la cirugía conservadora con una terapia local, no invasiva para aumentar el control de la enfermedad y que fuese equiparable a las pacientes que se sometían a una mastectomía. Los estudios demostraron que al realizar esta terapia adyuvante/complementaria, esas tasas de recaída disminuían hasta en un 15%.
Por tanto, su papel es:
- Eliminar posibles restos de células tumorales.
- Reducir al máximo el riesgo de recaída en la mama tratada.
- Permitir que la paciente conserve su mama con la misma seguridad que si se hubiera realizado una mastectomía.

- Se administra de forma ambulatoria, en la mayoría de los casos en sesiones cortas (20-25 minutos) y diarias durante unas semanas (de 1-3 semanas).
- Es un tratamiento seguro, personalizado y planificado con precisión para proteger al máximo los tejidos sanos.
- Los efectos secundarios suelen ser leves y temporales, predominando el enrojecimiento de la piel y la sensación de cansancio

Aunque el tumor ya no esté presente, la radioterapia es un paso clave para completar el tratamiento y reducir el riesgo de recaída. Gracias a las técnicas actuales, es un procedimiento preciso, seguro y bien tolerado, que permite conservar la mama y mantener una buena calidad de vida.
En HC Marbella acompañamos a cada paciente con un enfoque personalizado y humano, para que te sientas segura y confiada en cada etapa del camino hacia la recuperación.

Dra. Paula Sedano Ferreras
Especialista en Oncología Radioterápica
octubre 28, 2025
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