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Obesidad. #¿Por qué soy gordo? ¿Influyen los genes en el desarrollo de obesidad?

obesidad y tratamientos en marbella

 

¿Padres obesos, hijos obesos?

 

Seguro que muchos padres y madres que sufren de obesidad se han planteado en algún momento si su enfermedad afectará también a sus hijos e hijas. ¿Es la genética un factor decisivo? ¿Se puede hacer algo por evitarlo o hay que asumir lo inevitable?

 

El balance energético de una persona puede estar influenciado hasta en un 40% por su herencia genética.

 

Cuando los padres son obesos o uno de ellos lo es, la probabilidad de que sus hijos sean obesos aumenta. De hecho, se estima que los hijos tienen entre un 50% (si uno de los dos progenitores es obeso) y un 80% (si ambos lo son) de probabilidades de serlo también, eso sí, considerando que la genética no es el único factor decisivo.

 

Para entenderlo mejor, aun considerando que ciertos genes predisponen a esta enfermedad, si a ello no se suman otros factores como la falta de ejercicio o una dieta inadecuada rica en grasas o azúcares; en la mayor parte de los casos la obesidad no se desarrollará.

 

Analicemos el papel que juegan los genes y los últimos avances científicos al respecto.

 

Últimos avances científicos.

 

Los estudios en torno al papel que desempeñan los genes en el desarrollo de la obesidad son constantes, si bien aún queda mucho por investigar y por aprender. Lo más importante de todo lo descubierto hasta ahora radica en que se abren nuevas vías de tratamiento que consideran los genes a nivel individual. Esto permite individualizar aún más, si cabe, su terapéutica y que ésta sea más eficaz

 

Los genes de la obesidad.

 

Según una investigación publicada en la revista Nature, se han identificado hasta 97 genes relacionados con la obesidad que producen cambios en la regulación del apetito y la saciedad.

 

Más de una quinta parte de las diferencias de peso entre las personas puede ser explicada por “genes de la obesidad” comunes, según un estudio que confirma que algunas personas tienen genéticamente mayores posibilidades de tener sobrepeso.

 

El estudio, que incluyó a más de 300.000 personas, destaca 97 variantes genéticas que tienen una influencia particularmente fuerte en el peso, muchas de los cuales parecen influir en cambiar la forma en la que se regula el apetito en el cerebro.

 

De este modo se explica por qué para algunos comer con moderación es realmente más difícil, de la misma manera que a otras personas les resulta más difícil dejar de fumar o beber. Básicamente porque “muchas son potencialmente más adictas a la comida”. Por tanto, en el desarrollo de la obesidad, además de la influencia que tienen ciertos factores ya conocidos (dieta, ejercicio, factores socioculturales, etc.), otro elemento a considerar es el perfil genético individual.

 

De hecho, está plenamente demostrado que los genes intervienen en el centro del hambre, en la regulación del peso, en el número y tamaño de los adipocitos y en la distribución del tejido graso en diferentes partes del cuerpo, así como en el gasto energético.

 

La obesidad, ¿cómo evitarla?

 

Los avances sobre la obesidad son constantes, si bien nuestro esfuerzo y motivación siguen siendo el arma más eficaz para vencerla. De hecho, la solución más razonable sigue siendo la dieta y el ejercicio, mediante un cambio cultural que suponga aprender a comer mejor y a moverse más, y reduciendo la ingesta de calorías de forma permanente.

 

Los niños y niñas aprenden por imitación de todo lo que les rodea, en especial de la familia. Por tanto, si quieres evitar que tus hijos desarrollen obesidad, como padre o madre debes adoptar como primera medida «descubrir los errores que cometes en la dieta y el estilo de vida«. Ello exige que te informes de cuáles son las causas que conducen a la obesidad, que analices las dificultades y busques estrategias o soluciones empleando los recursos necesarios y que solicites ayuda cuando sea preciso a profesionales cualificados.

 

¿Qué es lo que conduce a la obesidad?

 

El Dr. Ruiz Orellana, especialista en Aparato Digestivo y responsable de la Unidad de Obesidad de HC Marbella nos da algunas claves:

 

    •  Comemos demasiado: En la mayor parte de los casos de obesidad la causa se centra en que se come más, en cantidad y variedad, de lo que el cuerpo es capaz de quemar, pero ¿qué es lo que lleva a la persona a comer más de lo que necesita para vivir?

 

    • Desconocimiento: ¡Cuidado! Los niños no son pequeños adultos, su capacidad para digerir y nutrirse es distinta a la nuestra.

 

    • No tener tiempo: Pasta, salchichas, precocinados y los socorridos huevos fritos con patatas no es precisamente el paradigma de una dieta sana y equilibrada.

 

    • Falsos mitos: Un niño rollizo (obeso) es más sano que uno delgado. De hecho, muchos niños y niñas son sobre alimentados sistemáticamente en la infancia bajo ésta creencia.

 

      • Compensaciones y premios: Premiarles con los alimentos que más les gustan, que por lo general, resultan tentadores pero poco saludables. Los niños no tienen capacidad para elegir lo que más les conviene. Guiarles en esa tarea es tu responsabilidad.

     

    • La falta de ejercicio: Los cambios laborales, de pautas de ocio, y de costumbres en general, aparecen como las causas más importantes ante la falta de actividad física. Los trabajos implican cada vez un menor desgaste físico, y en cuanto al ocio, los niños han sustituido las carreras, la bici y otros juegos al aire libre por la TV, el vídeo, el ordenador y las consolas.
    •  

    • La publicidad y las modas: Los medios de comunicación y las modas ejercen una influencia notable en el comportamiento en la compra y en el patrón de consumo de alimentos de los consumidores, sea cual sea su edad. De hecho, las empresas del sector alimentario conocen muy bien las técnicas que permiten incorporar con éxito sus productos en el mercado. Ante esta situación, hace unos años entró en vigor el Código PAOS, elaborado por la Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas que pretende regular la publicidad de los productos alimenticios dirigidos al público infantil. Se trata de una iniciativa Europea, lanzada por el Ministerio de Sanidad y Consumo para contribuir a la prevención de la obesidad en España

 

Cuanto antes actúes, mejor.

 

Ante la obesidad se ha de actuar cuanto antes para prevenir dificultades mayores y más permanentes. De hecho, se ha demostrado que si el niño/a padece sobrepeso entre los 6 meses y los 7 años de edad, tiene un 40% de posibilidades de ser un adulto obeso, mientras que si éste se presenta entre los 6 y 13 años, la posibilidad aumenta hasta el 70%.

 

Si tú o alguno de tus hijos tiene sobrepeso, no demores en consultarnos. En HC Marbella queremos ayudarte a que la obesidad no afecte negativamente a tu calidad de vida ni a la de los tuyos, en un ambiente libre de estrés, confortable y moderno que ayuda a los pacientes a sentirse lo más cómodos posible.

 

 

diciembre 14, 2017

 

 

 

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