La forma hormonalmente activa de la vitamina D (1alfa 25(OH)D3) desempaña un rol en el mantenimiento de la homeostasis de calcio en el cuerpo, pero también regula el crecimiento y la diferenciación de diferentes tipos celulares incluyendo células cancerosas.
El cuerpo produce la vitamina D cuando la piel se expone directamente al sol. La vitamina D3, que se encuentra en los suplementos y alimentos enriquecidos, tiene dos formas diferentes: D2 (ergocalciferol) y D3 (colecalciferol); y es transportada vía sanguínea al hígado, donde es hidroxilada en posición 25 por la enzima 25-hidroxilasa. El 25(OH)D3 es llevado por la sangre al riñón donde vuelve a hidroxilarse en posición 1 por 1 alfa – hidroxilasa, convirtiéndose en 1 alfa 25(OH)D3.
El Calcitriol o (25(OH)D) se mide en sangre; cuando los niveles inferiores a 30 nmol/L (12ng/Ml) son considerados como bajos y requieren corrección por aportes exteriores.
Y es que la deficiencia en vitamina D en el adulto puede llevar a osteoporosis y en los niños a raquitismo.
Si estudiamos la acción antineoplásica de la vitamina D, observamos una asociación entre bajos niveles de 25(OH)D3 sérico y el aumento en el riesgo de cáncer de mama, colon y próstata.
Dentro de las células existe un receptor a la vitamina D que es VDR; que actúa como factor de transcripción de una gran variedad de genes.
Podemos considerar que la vitamina D regula el crecimiento y la diferenciación celular. Teniendo un efecto antiproliferativo e interactuando en el ciclo celular, puede inducir la muerte celular programada o apoptosis (efecto antiangiogénico) y estimular la diferenciación celular (pro-diferenciación).
Son los procesos de neoangiogénesis, metabolismo, alteración del equilibrio inmune, escape tumoral, remodelación de la matriz extracelular y fibrosis patológica los que dependen en gran medida de los receptores para las vitaminas D.
Un déficit en vitamina D implica la pérdida de control de esos procesos normo- regularizados en un cuerpo normal sin déficit de esta vitamina.
Los análogos de la vitamina D que regulan el crecimiento y la diferenciación celular (pero que previenen la toxicidad por tener menos efectos sobre el metabolismo de calcio) representan una promesa como tratamientos para el cáncer u otras enfermedades relacionadas con la desregulación del crecimiento celular.
Dra. Nicole Martin
Especialista en Medicina Interna y Unidad de Oncología
febrero 3, 2020
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