Cada día es más conocido el injerto o trasplante capilar. Sin embargo, en muchas ocasiones la información que nos llega no suele ser fiable y rigurosa. Aquí os dejamos algunas de las preguntes más frecuentes que nos surgen a la hora de plantearnos realizarnos un trasplante.
No todos los pacientes son candidatos a cirugía; esto es algo que debemos conocer. Para ello, es importante primero realizar en primer lugar un correcto diagnóstico clínico del tipo de alopecia. El trasplante capilar está indicado en alopecias androgenéticas y cicatrices por quemaduras, traumatismos o cirugías previas fundamentalmente. En otros tipos de alopecia, el trasplante deber ser valorado en cada caso de forma individualizada.
En segundo lugar es necesario realizar un estudio de la zona donante del paciente para comprobar si realmente podría soportar dicha intervención sin dañar la zona donante para futuras intervenciones.
Y en tercer lugar hay que valorar otros factores como son el tamaño de la zona receptora, la edad del paciente, la estabilidad de la alopecia,.. factores que son necesarios conocer en profundidad para hacer una valoración individualizada en cada caso. De ahí la importancia del equipo médico. En HC somos un equipo de dermatólogos especializados en tricología y trasplante capilar.
En estos últimos años, se ha conseguido por fin acabar con la idea de que el trasplante de pelo es una técnica agresiva que produce un resultado artificial, gracias al empleo de Unidades Foliculares (UF´s) convirtiéndola en una técnica poco invasiva con resultados naturales e indetectables. De ahí la importancia de la realización del procedimiento por un equipo experto y profesional. No se trata únicamente de “poner pelo” sino que se trata de un procedimiento muy complejo y minucioso, en el que son muy importantes los pequeños detalles. Nuestra misión es poner a su disposición las más avanzadas técnicas en trasplante capilar y diseño artístico, junto con el más alto nivel de cuidado y atención, con objeto de conseguir un resultado con el pelo más natural posible, con total transparencia. Hoy día resultados antinaturales o con poca densidad son resultados que no podemos permitir.
No hay un margen de edad estricto para realizar un trasplante. Sin embargo, pacientes por debajo de los 25 años deben ser valorados especialmente, ya que las alopecias por debajo de los 30 años suelen ser más inestables.
Actualmente existen dos técnicas de trasplante de pelo, la técnica de la “Tira” y la técnica FUE. La mayor diferencia entre FUE y la técnica de la “tira” es el método de extracción de las unidades foliculares del área donante. En la técnica FUE no queda cicatriz evidente mientras que en la técnica FUT queda una cicatriz. Esta última suele emplearse para pacientes que suelen llevar el pelo largo, entre otros casos. En algunos casos estos dos procedimientos se pueden combinar para maximizar la superficie de área donante y dar al paciente la mayor cantidad de cabello posible.
Se considera que el pelo trasplantado es un pelo definitivo, aunque al igual que los pelos no trasplantados del resto de la cabeza se van perdiendo poco a poco por envejecimiento, algunos cabellos trasplantados tampoco son ajenos a este proceso natural y también se pueden ir cayendo con el paso de los años. Sin embargo la dinámica de caída no es similar a áreas con alopecia (como son la zona de entradas, la zona superior o coronilla).
El tiempo habitualmente que aconsejamos es entre 7 días y 14 días. En este espacio de tiempo puedes incorporarte a tu puesto de trabajo y realizar una vida normal, a excepción del ejercicio físico que no puede realizarse hasta estrictamente los 14 días, en el caso del FUE. En los casos de FUT el tiempo aconsejable si actividad física es mucho mayor para evitar dehiscencias en la sutura quirúrgica.
Los cuidados postoperatorios son muy importantes. Tras la cirugía el paciente es exhaustivamente informado sobre estas recomendaciones (lavados, curas, actividad sexual, tabaco, alcohol,..).
La cirugía es un proceso invasivo que implica un trauma sobre los folículos. Durante este período, inicialmente puede producirse una caída más acusada de pelo (pelo no trasplantado). Después, cuando el “shock” haya desaparecido, los folículos volverán a generar nuevos pelos.
El pelo trasplantado se cae habitualmente transcurrido el primer mes tras la cirugía. A partir del tercer mes, el pelo trasplantado empieza a crecer y después de los 8 o 9 meses de la intervención los resultados son perfectamente visibles, aunque los resultados definitivos no se alcanzan los 12-15 meses tras la cirugía.
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