• Edad, aunque no es una patología exclusiva de las personas mayores, los pacientes que la sufren suelen tener más de 60 años.
• Antecedentes familiares.
• Traumatismos craneoencefálicos.
• Exposición a toxinas, como pesticidas.
• Aunque se desconoce la causa desencadenante de este proceso degenerativo, se cree que el origen puede estar en la combinación de factores genéticos y factores ambientales.

Según la persona, los síntomas pueden diferir.

• Temblor
• Bradicinesia (lentitud en los movimientos)
• Rigidez del cuello y las extremidades
• Alteración de la marcha y la postura
• Hipofonía (disminución del volumen del habla)
• Falta de expresión facial
• Micrografía, alteración de la caligrafía, haciéndola más pequeña
• Alteración del sueño
• Pérdida del olfato
• Dolor musculoesquelético
• Problemas gastrointestinales

Aunque la enfermedad de Parkinson no tiene cura, sí existen tratamientos que mejoran los síntomas.

Tratamiento farmacológico

La pérdida neuronal ocasionada por el Parkinson da lugar a una considerable disminución cerebral de dopamina (neurotransmisor). Los tratamientos farmacológicos van enfocados a la compensación de esta disminución.

El tratamiento deberá ser siempre individualizado en función de cada paciente y puede clasificarse en tres grupos:

Precursores de la dopamina (levodopa en diferentes formulaciones con distintos inhibidores de la dopa-descarboxilasa, que se transforma en dopamina en el cerebro).

Agonistas del receptor dopaminérgico.

Inhibidores enzimáticos de la degradación de la levodopa (inhibidores de la MAO e inhibidores de la COMT).

Tratamiento quirúrgico

Estimulación cerebral profunda, indicada cuando la respuesta al tratamiento farmacológico es inestable.