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Elevación de mamas

La mastopexia es la cirugía que se utiliza para corregir la caída de la mama (ptosis mamaria), sin reducción del volumen mamario. Mediante esta técnica quirúrgica conseguimos reestructurar y elevar los senos caídos o deformes, e incluso la utilizaremos en aquellas pacientes que quiere reducir o recolocar el pezón.

Se recomienda a aquellas personas que, por razones cómo el paso del tiempo, el efecto de la gravedad y las variaciones de volumen en la mama especialmente por el embarazo y la lactancia, pierdan firmeza, elasticidad y forma en los senos. Como consecuencia, la piel y los ligamentos de sujeción de la mama ceden, lo que determina que la mama caiga y se sitúe en una posición más inferior.

La causa puede ser un exceso de peso de la glándula (hipertrofia), una flacidez exagerada de la piel o ambas. La valoración se realiza previamente, siendo necesario saber el nivel de caída del pecho que tenemos, normalmente se clasifican en 4 niveles dependiendo del grado de ptosis que tenga la paciente. El grado se haya midiendo la distancia que existe entre el punto de unión de las dos clavículas y el pezón de cada pecho (CAP). Por lo tanto, la ptosis o caída de la mama es independiente del volumen, pudiendo aparecer tanto en mamas grandes (hipertrofia), de tamaño normal como en senos pequeños (hipotrofia).

Tipos de mamas

Podemos diferenciar tres tipos de intervenciones quirúrgicas dependiendo del grupo al que pertenezcan las mamas.

Grupo I: Mamas grandes o Hipertróficas. La caída de la mama (ptosis) se debe a un exceso de glándula y/o de tejido adiposo y la operación se denomina mamoplastia reductora. En realidad, prácticamente toda mama hipertrófica presenta un mayor o menor grado de ptosis, salvo en los casos de hipertrofias virginales, aquellas que aparecen en la pubertad y son tratadas antes de que el peso repercuta sobre la piel.

Grupo II: El volumen de los senos es el adecuado al cuerpo de la mujer pero existe un exceso de piel. Para corregirlo es necesario retirar dicho excedente, de manera que el sostén cutáneo se adapte al tamaño de la mama en la posición adecuada. No se trata de una cirugía tan simple, ya que no sólo quitaremos la piel sobrante, sino que también trataremos el contenido mamario con la finalidad de impedir, o al menos atrasar, una posterior caída. La razón es que el problema o alteración se encuentra principalmente en la piel, que ha perdido su elasticidad, por lo que existen grandes posibilidades de que el pecho vuelva a caer cuando, solamente, se mantiene el resultado basándose en la contención cutánea.

Grupo III: Son los senos caídos cuyo volumen no alcanza el tamaño normal o el deseado por la paciente. Cuando esto ocurre, es necesario recurrir a la colocación de unas prótesis para aumentar su volumen.

¿Cómo se realiza la cirugía?

La intervención se lleva a cabo en la inmensa mayoría de los casos bajo anestesia general, aunque en algunas ocasiones puede ser realizada bajo anestesia local. La duración de la misma entre dos y tres horas y media y la técnica más habitual suele dejar una cicatriz al rededor de la areola y otra vertical hasta el surco mamario en forma de ancla. Una vez establecida la nueva posición de la areola y pezón y estimada la cantidad de piel sobrante se elimina esta y se contornea el pecho.

Por lo general después de la intervención deberá estar ingresada en nuestro Hospital durante 24 horas tras las cuales podrá volver a casa portando un vendaje elástico. Generalmente los pechos están hinchados y con molestias durante varios días; la recuperación será gradual, a pesar de que puede que se sienta bien, no debería volver al trabajo hasta la siguiente semana o más, dependiendo de cómo se sienta. Evite levantar nada por encima de su cabeza o hacer ejercicios bruscos durante un mes. Después puede ir recuperando estas actividades paulatinamente.